Batet blinda el Congreso para tratar de evitar los abucheos a Sánchez en el Día de la Constitución
El Congreso celebra este lunes el 43º aniversario de la Constitución de 1978 y lo hace, como el año pasado, en la conocida como Puerta de los Leones, al aire libre. Otra vez, y con la excusa de la pandemia, los actos de han organizado al aire libre. Pese a ello, los ciudadanos no han podido acercarse debido al amplio cordón policial que se ha establecido en torno al lugar de la ceremonia. Se tratan de evitar así los habituales abucheos a Pedro Sánchez.
El presidente socialista acostumbra a recibir pitadas y gritos de «¡Dimisión!» en cada uno de los actos públicos a los que acude últimamente. Este mismo domingo, sin ir más lejos, durante su visita a una fábrica de frutas en Mula (Murcia).
Habitualmente el acto institucional que el Congreso acoge cada 6 de diciembre con motivo del Día de la Constitución tiene lugar en el Salón de Pasos Perdidos, donde cada año suelen darse cita en torno a 700 invitados entre miembros del Gobierno, las más altas autoridades del Estado, así como diputados y senadores.
Sin embargo, debido a las restricciones de aforo por el Covid, la tradicional ceremonia se ha trasladado al exterior. Aunque la población cuenta con una alta tasa de vacunación, se ha decidido que el acto se vuelva a celebrar al aire libre.
Socios de Sánchez
Los socios de Sánchez volverán a dar plantón a la Carta Magna y, pese a haber sido invitados, ERC, PNV y Bildu, habituales aliados parlamentarios del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, no asistirán tampoco este año a la recepción oficial. Tampoco lo harán Junts, el PDeCaT, la CUP, Compromís o el Bloque Nacionalista Galego (BNG).
En los últimos años, ERC, PNV, Bildu y Junts han sido baja en este homenaje. Ese plantón se produce, precisamente, apenas quince días después de haber apoyado con sus votos los presupuestos de Sánchez.
Pitada del 12-O
En los últimos meses, las pitadas a Pedro Sánchez por su gestión se han multiplicado. Algunas se han producido en actos institucionales especialmente representativos, como en el Desfile de la Fiesta Nacional, donde Sánchez trató de huir de los gritos de «¡Dimisión!» y «¡Fuera! ¡Fuera!» buscando refugio cerca de los Reyes, que sí recibieron aplausos.